domingo, 3 de mayo de 2015

BULGARIA EN INVIERNO - DÓNDE DORMIR


A continuación una breve descripción de los alojamientos que elegimos en enero de 2015.
            


Sofía. Cheap Hotel
            El Cheap Hotel de Sofía se encuentra en un barrio tranquilo a poco más de 1 km del centro y a 5 minutos a pie del metro. Tiene una recepción medianamente amplia con una pequeña barra en la que preparan los desayunos (hay que avisar que vas a querer desayunar la noche anterior y pagar 2,5€ por persona). Las habitaciones tienen televisor, escritorio y están enmoquetadas. El wi-fi de nuestra planta no funcionaba, pero la señal de la recepción iba bastante bien. Tenía baño privado. No hay bañera ni ducha independiente, ésta está incluida en el mismo aseo.



            Precio por habitación triple tres noches: 108€ (desayuno no incluido).



            Melnik. Complex Mario
            Ubicado en calle central (casi la única calle del pueblo). Regentado por un matrimonio que además del hotel tienen un pequeño supermercado y una mejana donde sirven los desayunos, comidas y cenas. Gente sumamente amable, hospitalaria y comunicativa (el dueño se esforzaba muchísimo y chapurreaba un montón de idiomas que mezclaba continuamente).
            La habitación era amplia, con calefacción, aire acondicionado y un televisor de la era comunista. Tenía una cama de matrimonio más dos camas individuales. Las ventanas daban a la calle principal, por lo tanto, si bien no tenía parking, podíamos ver el coche desde la habitación. Estaba todo muy limpio.
            Si hubiera que ponerle una pega sería que los colchones eran muy incómodos, pero nos trataron tan bien que incluso así volveríamos. De hecho el día que nos marchábamos el dueño nos regaló un vino de la zona.
            Tenía wi-fi y funcionaba muy bien


            Precio por habitación triple dos noches: 58€ (desayuno incluido, te apuesto que no lo puedes terminar).
           


            Plovdiv. My GuestRooms
            My GuestRooms es una vieja casa transformada en hotel. Se encuentra en la calle Ivan Vazov, en pleno centro de la ciudad (a 5 minutos de la Plaza Central).
            Habitación sumamente amplia, con suelos de madera, camas muy cómodas y baño moderno (aunque como de costumbre ducha en el medio del aseo). Nos alojamos en la segunda planta, donde habían unas zonas comunes que incluían una pequeña cocina que contaba con café, té y vajilla en la que podías prepararte cualquier cosa; un pequeño comedor donde podías desayunar; y un lavadero en el que tenías piletas para lavar la ropa a mano además de lavadora y secadora.
            El personal amabilísimo. El hombre que nos recibió nos dio un mapa muy detallado de los lugares de interés, nos ayudó a subir la maleta escaleras arriba e incluso nos permitió meter el coche en su parking privado para que no durmiera en la calle y para que no tuviéramos que pagar al día siguiente aparcamiento para todo el día. Tenía conexión wi-fi que funcionaba perfectamente.
            Si tuviéramos que elegir el mejor hotel del viaje sería éste. Muy recomendable.



            Precio por habitación triple dos noches: 62€.



            Tryavna. Complex Brashlyan.
            Un espectacular complejo de época comunista situado en la falda de la montaña con vistas inmejorables del pueblo desde las terrazas de las habitaciones. Está metido entre vegetación y tiene, además del edificio principal, una serie de cabañas (tipo bungalós) que también se pueden alquilar. De hecho nosotros habíamos reservado una cabaña, que eran más baratas que las habitaciones, pero gracias al temporal de nieve y a que el hotel estaba prácticamente vacío en esa época nos alojaron en una enorme suite con armarios, televisor, suelo enmoquetado e incluso un sofá.
            El complejo tiene un inmenso y precioso restaurante con ventanales desde los que se ve el pueblo. Los imponentes muebles y la decoración del hotel tenían reminiscencias de la época soviética. Todo grande y espectacular, si bien se nota que en la actualidad está venido a menos. Tiene parking privado y wi-fi. Fue el único hotel del recorrido con ducha con mampara.


            Precio por habitación triple dos noches: 46€ (desayuno riquísimo incluido).



            Ribaritsa. Hotel Fedora.
            Inmejorable ubicación a la falda de la montaña y de espaldas al río, que en enero estaba medio congelado, al lado de uno de los puentes que lo cruzan. Las vistas bellísimas. Nada más entrar tienes la recepción, una barra y una especie de cafetería-restaurante con unas cuantas mesas, todo dentro de un mismo salón. Las habitaciones están en el piso superior, al que se accede por una escalera de madera. No son muy amplias pero sí cómodas.
            Tiene wi-fi, baño privado y calefacción. Las camas son cómodas y el personal muy amable.
            Sin embargo, como menciono en la entrada “Rumbo a Ribaritsa” del diario, se ve que el dueño es aficionado a la caza mayor, siendo la decoración una abominación de cabezas colgantes, monos disecados y lapiceros en patas de elefante. Esto fue lo único que no nos gustó y que sería determinante para no repetir.



            Precio por habitación triple dos noches: 56€ (desayuno no incluido).

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