6 de Enero de 2015
Desayunamos
en la sala común. Cogemos el coche y, mapa en mano, ponemos rumbo a un nuevo
destino: el pueblo de Tryavna. Salir de la ciudad no resulta fácil, pero tras
una parada en una gasolinera para preguntar nos ponemos camino a Karlovo. A
medida que vamos avanzando hacia el norte va reapareciendo nuevamente nieve.
Así, cuando llegamos a Shipka está completamente nevado.
![](https://fbcdn-sphotos-h-a.akamaihd.net/hphotos-ak-xap1/v/t1.0-9/10175041_1062692463756722_2724860567300788360_n.jpg?oh=5d8bca0507282fce1f75ba4b572b4ea7&oe=55E35834&__gda__=1438884365_70e2c307f24ec4fd3ce3e3fac3e49fab)
Shipka es
un pequeño pueblo en la falda de la montaña donde se libró una importante
batalla en la Guerra de Independencia entre las tropas rusas y otomanas. Como
resultado de este enfrentamiento se levantó la famosa Iglesia de Shipka, la
iglesia rusa más grande de Bulgaria.
![](https://fbcdn-sphotos-g-a.akamaihd.net/hphotos-ak-xaf1/v/t1.0-9/1464656_1062692777090024_1867108288581889972_n.jpg?oh=805fdba427d5a8249d4a657a5d1fbee1&oe=55E61CE9&__gda__=1440951640_0b12e4235b3a1798a806db6df33f33fe)
Iglesia Rusa entre los abetos
Accedemos a
la iglesia por una escalinata cubierta de nieve. A través de las copas de los
árboles se puede entrever la belleza arquitectónica que nos espera. Una vez
dentro, prácticamente solos, aprovechamos que es, previo pago, la única iglesia
en la que nos dejarán hacer fotos.
![](https://scontent-mad.xx.fbcdn.net/hphotos-xfp1/v/t1.0-9/10891455_1062693407089961_2735401877161294534_n.jpg?oh=b2bd97ee6323d0f1c5543028aabe6783&oe=55D36561)
Interior de la Iglesia Rusa
Almorzamos
en un restaurante que está justo enfrente y nos volvemos a poner en marcha.
Comenzamos a subir por unas carreteras que serpenteaban entre árboles cubiertos
de nieve. Algo más adelante en el camino hay una cafetería junto a una doble
salida, ambas impracticables con el coche: una hacia la antigua sala de
congresos comunista de la Buzludja, a 12 kilómetros de distancia; y otra hacia
el Monumento de la Libertad a 1,5km. Obviamente descartamos la primera, por más
interesante que nos parezca. Decidimos subir al monumento, pero no iba a ser
tan fácil. Antes hay que subir 980 escalones (al menos fueron los que
contamos).
![](https://scontent-mad.xx.fbcdn.net/hphotos-xaf1/v/t1.0-9/10930158_1062694690423166_6810978482293825110_n.jpg?oh=502fedf7aa6dee314ed48558e1992d6c&oe=55E634CA)
Subida al Monumento a la Libertad
Sin embargo la subida es espectacular y las vistas merecen la pena.
El monumento es una torre flanqueada por leones y rodeada de una serie de
esculturas de temática belicista. El viento es tan fuerte que la llama que se
supone debía ser eterna está apagada. Es el lugar en el que pasamos más frío de
todo el viaje sin duda.
![](https://scontent-mad.xx.fbcdn.net/hphotos-xfa1/v/t1.0-9/10888661_830410643664225_4352802537034117359_n.jpg?oh=e84a3e589fa7c35ea89ee9080bc8cc26&oe=55CB89BB)
Monumento a la Libertad
Tras bajar
no hubo más remedio que calentarnos el cuerpo con dos vodkas y un chocolate
caliente en la cafetería. La nieve ya no desaparecería. Llegamos a Tryavna al
anochecer. Para encontrar el hotel paramos a preguntar en una mejana llamada
Starata Kûshta. Nos explican cómo llegar y tras instalarnos vamos a cenar a ese
mismo lugar. No sería la última vez que iríamos.
Al siguiente día descubriremos un pueblo de postal: Tryavna
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