domingo, 3 de mayo de 2015

BULGARIA EN INVIERNO - CURIOSIDADES Y CONSEJOS

Iglesias, monasterios y velas


         Lo que más abunda en la oferta turística búlgara son los numerosos y hermosos monasterios. En nuestro viaje visitamos cuatro, además de numerosísimas iglesias, sin embargo podréis visitar prácticamente tantos como queráis, puesto que multitud de ellos están dispersados por todo el país. La buena noticia, además de que os regalaréis los ojos con exquisitos frescos e iconostasios, es que la entrada a iglesias y monasterios es completamente gratuita. Por otra parte, no se pueden hacer fotos en ninguno de estos sitios. Observad con tranquilidad todos los detalles, pues sólo os llevaréis recuerdos del lugar.

Velas en el Monasterio de Troyan


         Otra cosa omnipresente en todos los templos son las velas. Velas de verdad, no como en España, que la gente compra por entre 0,10 y 2Lv y coloca en unos candelabros como ofrenda y símbolo de devoción. En todas las iglesias hay una caseta en la entrada donde se pueden adquirid, además de numerosos recuerdos. Las velas encendidas dan sin duda un ambiente místico a los lugares de culto, aunque también contribuyen a ennegrecer los frescos. Casi todos los búlgaros que visitan las iglesias encienden algunas (muchas, en algunos casos) y aunque no seáis creyentes es una buena forma de contribuir a la manutención de los templos.
         Así que ya sabéis: guardad la cámara, abrid bien los ojos y, si queréis, dejad algo de dinero comprando unas velas.

        

Viajar en coche: alquiler y carreteras


         Prácticamente ninguno de los que piensen en ir a Bulgaria se limitará a la ciudad de Sofía. Muy al contrario, dedicaréis muchas horas a viajar a lo largo y ancho del país, y en mi opinión, la mejor forma de hacerlo es alquilando un coche. Si bien viajar en transporte público es a priori más barato, éste no llega a todos los lugares de interés y para otros sitios los autobuses son muy poco frecuentes. Así, deberéis dedicar mucha más cantidad de días para visitar los mismos lugares que con el coche, por lo que al final es posible que acabe saliendo más caro.
         Nosotros alquilamos con Enterprise un Suzuki Swift, nueve días, por 137+30 (seguro)+15 (ruedas de nieve)€. Es decir, unos 20€/diarios. Nos entregaron el coche en el hotel de Sofía y a la vuelta lo devolvimos en el aeropuerto. No hubo ningún incidente ni inconveniente. La gasolina es más barata que en España.



         En cuanto a las carreteras, la mayoría están en buen estado. No hay peajes. Entre las dos principales ciudades, Sofía y Plovdiv, está la autovía E80 (A1), amplia y moderna. El resto de carreteras están mejor de lo esperado. En invierno, las máquinas quitanieves dejan limpios los caminos a primera hora de la mañana, por lo que, a no ser que os pille un temporal, no tendréis ningún problema relacionado con carreteras cortadas. Nosotros viajamos atravesando montañas sin inconvenientes. El peor camino por el que pasamos fue el que unían las poblaciones de Rumyantsevo y Karlukovo, una carretera hecha polvo que servía de acceso a las poco visitadas Cuevas Prohodna.
         El principal problema que tendréis la mayoría es que, una vez abandonadas las carreteras principales, la señalización aparece sólo en cirílico. Por lo que sería recomendable que aprendierais su alfabeto, que no es tan difícil ;)
         Los coches deben tener una pegatina para circular llamada vignette, que corresponde al impuesto por el uso de las carreteras. Si el coche es de alquiler lo tendrá incluido, aunque si cruzáis la frontera desde otro país deberéis adquirirlo.



         En Bulgaria el límite de consumo de alcohol para los conductores está en 0,0%. Hay que tenerlo en cuenta puesto que hay zonas famosas por sus bodegas.

Comiendo por Bulgaria


         En Bulgaria vas a comer mucho y bien. La gastronomía búlgara es muy rica y tiene muchas influencias tanto orientales como occidentales.
         Los mejores lugares para comer son las llamadas mejanas (механа) unos restaurantes en los que prepara comida local casera.

Mejana en Melnik


         Los desayunos son muy copiosos. Suelen incluir yogurt agrio, pan, queso sirene, mermeladas a cada cual más rica... Pero, para los que no la conocíamos, el descubrimiento por excelencia es la banitsa, una especie de torta preparada con pasta filo en capas intercaladas con huevo y queso sirene, con la cual puedes llorar de puro placer. Ellos lo toman todo mezclado y acompañado de café solo o té (si queréis café con leche caliente debéis pedirlo expresamente).
         La oferta gastronómica es sumamente variada. A media mañana se suele tomar una sopa, la cual sirven con los ingredientes troceados. La hay de cordero, pollo, setas, alubias… sin embargo, la más característica es la tarator, una sopa fría de yogurt con pepino.

Nuestro almuerzo en Melnik


         En cuanto a las ensaladas destaca la ensalada Shopska, que se hace con tomate, pepino, cebolla y queso sirene. Yo personalmente no me iría sin probar el kavarma, una especie de estofado de carne de cerdo, verduras, hortalizas y champiñones, todo ello exquisitamente condimentado. También es destacable el mish-mash, una especie de revuelto de verduras y las truchas preparadas de distintas maneras (al menos en la zona de montaña).
         De postre pediría los kadaif, la versión búlgara de los baklavas turcos.
         Mención aparte merece el pan, puesto que lo preparan con un mimo especial. De hecho en ningún lugar nos sirvieron el pan tal cual te lo sirven, por ejemplo, en España. Tienen innumerables formas de prepararlo (horneado, frito, a la plancha…) y, lo más importante, te lo hacen en el momento. En la carta se indican los tipos de panes, sus precios y el tiempo que van a tardar en servírtelo. Si algo tienen en común todos ellos es que los condimentan mucho, con ajo, perejil, aceite de oliva… pero, sobre todo, con “sharena sol”, una sal especiada muy sabrosa.

Sharena Sol


         Por otra parte, en cuanto a la bebida, Bulgaria produce vinos de excelente calidad. De cervezas no hablaré puesto que apenas probé al ir en invierno. La bebida alcohólica nacional es el rakya, un licor de unos 40%.
         Si eres vegetariano no tendrás problema para comer. En todos los sitios donde estuvimos nos ofrecieron opciones interesantes y sabrosas sin carne. Los veganos se encontrarán las mismas dificultades que en el resto del mundo pero sobrevivirán. Tener que sobrevivir en Bulgaria un par de días a base de pan tampoco parece una tortura ;)

Idioma

         No hay forma educada de decirlo: por más que sepáis inglés en Bulgaria no os valdrá de nada. Bueno, vale, tampoco es eso. Nosotros encontramos algunas personas, sobre todo en los hoteles con las que no tuvimos problema para comunicarnos en ese idioma. Sin embargo, la gran mayoría de la gente no lo habla. Eso sí, lo pasaréis muy mal si no entendéis el alfabeto cirílico. Una vez abandonéis las carreteras principales la grafía latina desaparece, y en cuento visitéis un restaurante con poca afluencia turística el menú y la cuenta las encontraréis exclusivamente en búlgaro.

Alfabeto cirílico en el Shkoloto



         Yo tuve la suerte de que cuando fui llevaba tres años estudiando ruso, y aunque sea un idioma sólo hablado por la tercera edad se parece tanto al búlgaro como el italiano al español, y todo el mundo me entendía.

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