4 de Enero de 2015
Bajamos a desayunar, hoy toca coger el coche. El dueño
del hotel nos trae esta vez con la mermelada, el queso y el yogur, una especie
de pastel tradicional de muchas capas que intercala masa y queso llamado
banitsa. Como se dice en Uruguay: nos
partimos la boca. Tras dejar todo pagado y despedirnos de nuestro anfitrión
arrancamos. Pasaríamos todo el día en el coche.
![](https://fbcdn-sphotos-b-a.akamaihd.net/hphotos-ak-xaf1/v/t1.0-9/10891766_1062210663804902_782319263749161878_n.jpg?oh=c7089fff8059a9d64634af473a19c5f8&oe=55C12BD2&__gda__=1440859747_49ffbe4257d2945d3b2000c7454d5a7f)
1ºC ¡Qué calor!
Tomamos el camino a Gotse Delchev primero y Smolyan
después. A mitad de camino paramos a comer en un hotel-restaurante de Borino.
Mientras nos calentamos con un plato de cordero muy jugoso vemos como unas
sospechosas nubes comienzan a cubrir el cielo. Poco después de retomar el
camino empieza a nevar, casi ininterrumpidamente, hasta que tomamos el desvío a
Plovdiv. La nieve da un toque todavía más especial al recorrido, que debe ser
por sí mismo uno de los más hermosos del país, bordeando el río Shirokolashka
entre empinadas formaciones montañosas cubiertas de abetos.
![](https://scontent-mad.xx.fbcdn.net/hphotos-xap1/v/t1.0-9/1653345_1062211873804781_885589808359445310_n.jpg?oh=9ba12f6a1acdf25d915db15cf7de1bf1&oe=55C942A2)
Llegamos a Plovdiv cuando ya es de noche, es decir, a las
18:30. Nuestro hotel, en la calle Ivan Vazov, es relativamente fácil de
encontrar, puesto que se llega tomando un desvío en el bulevar Boris III, que atraviesa
el casco antiguo.
![](https://fbcdn-sphotos-b-a.akamaihd.net/hphotos-ak-xpf1/v/t1.0-9/156028_1062211940471441_2679044764737917124_n.jpg?oh=6eb2cbfbbd1194b1b361450e23dfea0d&oe=55C458ED&__gda__=1441038892_8f91e559e2d2d09b63a1f0d38bdbbad8)
En My GuestRooms un hombre muy simpático nos hace elegir
entre dos habitaciones: una muy amplia u otra menor, pero con terraza. Puesto
que no tenemos tiempo (en ninguno de los sentidos) para disfrutar la terraza vamos
de cabeza a la habitación grande. Luego nos deja aparcar el coche en su garaje
particular, para así evitar tener que pagar el parquímetro el día siguiente, y
nos ayuda a subir la maleta pesada a través de las estrechas escaleras. En las
camas, infinitamente mejores que las del hotel anterior, dormimos
perfectamente.
En el siguiente post la visita a esta preciosa ciudad de Plovdiv
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Eres bienvenido. Deja tu opinión o comentario.