domingo, 3 de mayo de 2015

BULGARIA EN INVIERNO - Camino de Plovdiv

4 de Enero de 2015



Bajamos a desayunar, hoy toca coger el coche. El dueño del hotel nos trae esta vez con la mermelada, el queso y el yogur, una especie de pastel tradicional de muchas capas que intercala masa y queso llamado banitsa.  Como se dice en Uruguay: nos partimos la boca. Tras dejar todo pagado y despedirnos de nuestro anfitrión arrancamos. Pasaríamos todo el día en el coche.

1ºC ¡Qué calor!


Tomamos el camino a Gotse Delchev primero y Smolyan después. A mitad de camino paramos a comer en un hotel-restaurante de Borino. Mientras nos calentamos con un plato de cordero muy jugoso vemos como unas sospechosas nubes comienzan a cubrir el cielo. Poco después de retomar el camino empieza a nevar, casi ininterrumpidamente, hasta que tomamos el desvío a Plovdiv. La nieve da un toque todavía más especial al recorrido, que debe ser por sí mismo uno de los más hermosos del país, bordeando el río Shirokolashka entre empinadas formaciones montañosas cubiertas de abetos.


Llegamos a Plovdiv cuando ya es de noche, es decir, a las 18:30. Nuestro hotel, en la calle Ivan Vazov, es relativamente fácil de encontrar, puesto que se llega tomando un desvío en el bulevar Boris III, que atraviesa el casco antiguo.



En My GuestRooms un hombre muy simpático nos hace elegir entre dos habitaciones: una muy amplia u otra menor, pero con terraza. Puesto que no tenemos tiempo (en ninguno de los sentidos) para disfrutar la terraza vamos de cabeza a la habitación grande. Luego nos deja aparcar el coche en su garaje particular, para así evitar tener que pagar el parquímetro el día siguiente, y nos ayuda a subir la maleta pesada a través de las estrechas escaleras. En las camas, infinitamente mejores que las del hotel anterior, dormimos perfectamente. 



En el siguiente post la visita a esta preciosa ciudad de Plovdiv 

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